viernes, 17 de mayo de 2019

~ Hercai ~

★ El amor que nació de una venganza ★

Fotograma final de la cabecera musical de la serie. En cada capítulo va acompañado de una frase o pensamiento distinto que tiene relación con la sinopsis del episodio que se emite ese día.

~ Opinión y sensaciones personales ~

El caso es que si alguien ha recalado por aquí pensando que al hablar de pasiones turcas quizá tendría algo que ver con la ultima revolución llegada a España desde las tierras otomanas, el señor Can Yaman, lamento informar que no es el caso. Y no porque no tenga nada que decir al respecto, muy al contrario, pues tendría yo mucho que exponer, sino porque si en este humilde blog alguien tiene la potestad hacer una entrada al respecto, no es servidora sino mi querida colaboradora, y descubridora para mí, mucho tiempo antes de que saltara a nuestras pantallas, de esa maravillosa criatura que es una delicia para los sentidos... Ahí te lo dejo, colibrí. Ojalá recojas el guante y nos regales unas valiosas palabras dedicadas al bello Yaman ;)

Dicho esto, me adentro en el tema que me trae hasta aquí.

E imagino quien haya llegado hasta aquí es porque, probablemente, le interese seguir leyendo sobre mi particular pasión turca del momento y, por ello, me veo en la obligación de puntualizar que en este caso no se trata de un actor en sí (aunque esto tocará puntualizarlo más adelante, ejem, ejem…) sino de toda una historia: Hercai. Y os confieso que me tiene in looove total.




Para l@s que no sean asidu@s de estos lares (que tengo un poco abandonados últimamente, lo sé, lo se...), cabe aclarar que el hecho de que esté aquí sentada e invirtiendo tiempo en hacer esta entrada, ya es un indicativo bastante importante de lo mucho que me ha calado y que estoy disfrutando esta historia, para la cual, de manera sorprendente, me ha apetecido de forma espontánea, sacar tiempo de mi día a día para dar forma a esta opinión y compartirla con quien tenga a bien pasar por aquí unos minutillos. Y eso en la actualidad es harto difícil, creedme.

La cosa es que, aquí servidora, es consumidora de cualquier tipo de arte donde el amor tenga una presencia importante y que, de un modo u otro, hagan vibrar a mi corazoncito soñador y novelero. Y en la búsqueda de ese objetivo, me nutro de cualquier disciplina que así me lo proporcione, sea en la versión que sea y provenga de donde provenga. Y la cuestión es que, hace ya un tiempito, acompañada de mi querida colibrí (responsable de la sección El Revoloteo del Colibrí), a título experimental, me adentré en lo que viene siendo la escena y producciones de origen turco, como quien no quiere la cosa. Que si vi una peli en Netflix que me súper recomendó mi citada colaboradora en el blog (Sadece Sen, de la que os dejo el enlace aquí porque es otra delicia turca y, ojo, la entrada más visitada, a día de hoy, con diferencia en el blog. Ole tú, colibrí), que si le eché una ojeadita a la biografía de los actores y, posteriormente, esto me llevó a encontrar diversa información sobre otros actores turcos del momento, algunos de ellos espectaculares que me suscitaron interés e indagué sobre sus trayectorias y trabajos recientes, que si me dio por ver un capítulo por aquí de una serie para ver la pinta que tenía, que si otro día me dio por ver otro capitulillo de otra, etc., etc… Resumiendo, que entre unas cosas que llevan a otras, me atrapó tanto su oferta, que hoy día podemos decir que, entre otras cosas, soy una consumidora de arte turco con cierta trayectoria a mis espaldas y un número nada despreciable de pelis y series turcas vistas. Y, en general, he de decir que, ojo, hacen muy buen trabajo por aquellas tierras, pues tienen buenos y entretenidos guiones, muy buenos actores y presupuestos interesantes a invertir que dan como resultado proyectos la mar de decentes y con una calidad que, quizá a priori o por desconocimiento, no imaginaríamos. Tanto, que me atrevería a decir que, salvo una de ellas que no me hizo mucho tilín, las otras series me dejaron más que satisfecha, Y eso es mucho decir. Eso sí, hasta que llegó Hercai, que no solo es que me deje satisfecha, no… es que, seamos claras, además, me ha robado completamente el corazón, como esos buenos libros que nos conquistan para siempre. Pero en versión serie televisiva. ¿Y eso por qué? Pues… a ver si soy capaz de explicároslo.


Cartel publicitario de la serie. Toda una belleza en sí mismo.

Confieso que cuando empezó la promo de dicha serie, la cual inicial y erróneamente creí que era de época, me pareció interesante y me hice nota mental de, en algún momento de mis tiempos de ocio, echarle un vistacillo, pero sin pretensión alguna, ni mucho menos, de hacerlo a corto plazo y, todavía menos, de ponerme a verla a tiempo real de manera semanal. ¡Ja, craso error! Porque una cosa es lo que tu mente racional pretende y otra bien distinta lo que tu ansia viva novelera decide, juuaasss. Pero, vaya, que inicialmente así fue y no le eché más cuenta. Mas, de pronto, empecé a ver que en distintas páginas que siguen la actualidad de la farándula y televisión turca, comenzaron a hablar incesantemente de la masiva acogida y el boom que había resultado el primer capítulo de dicha serie, convirtiéndose en la más vista del momento en el prime-time de los viernes, su día de emisión, alcanzando una aplastante media de share del 30%, números muy por encima de otras producciones turcas que alcanzaron gran seguimiento no solo en tierras otomanas, sino también a escala internacional y en Internet. Y eso sin mencionar su presencia en RRSS, donde ese mismo capítulo alcanzó 13 millones de visitas en YouTube en menos de una semana y más de un millón de suscriptores a su página en el citado YouTube, así como en Instagram, en cuestión de pocos días. Total, que tanto revuelo me picó la curiosidad y decidí indagar un poquito. Poca cosa. Nah, los tres capitulillos de nada que llevaban dados hasta ese momento… del tirón… o lo que viene siendo lo mismo, a razón de 2 horas 20 minutos aprox. de media por capítulo… ¡Toda una noche en vela que me tuvieron dedicada a ellos! Y la mar de feliz, oigan, no me arrepiento de nada… Jijiiji.


Ebru Şahin y Akin Akinözü, los actores encargados de dar vida a los personajes protagonistas de la serie, con los que, además de en Turquía, han conseguido toda una legión de fans en la Red con el movimiento ReyMir.

¿Y que encontré yo en Hercai para que me haya conquistado de tal manera? Pues creo que lo primerísimo de todo fue el descubrir algo que a toda buena lectora le agradaría y que, personalmente, me encantó saber: que se trata de una adaptación para televisión de una novela turca (una bilogía, para ser exactos), con corte de drama romántico (mi preferido, ya sabéis…), que por la info que he podido obtener, cosechó gran éxito y suscitó tal interés que finalmente fue llevada a la pequeña pantalla. ¿Y a quien no le mola que una buena historia disfrutada como lectura, sea también plasmada en movimiento/acción y poder experimentarla y gozarla en otra versión alternativa? Pues eso, no hace falta que diga más. Pero al margen de ello, que es a título curiosidad más que nada, lo que en realidad me ha atrapado es la trama en sí misma, el desarrollo impactante de cada capítulo, con sus correspondientes finales "cortarespiración" y, muy por descontado, la intensidad, la entrega y la maravillosa interpretación de los actores.


Dudo bastante que alguna vez consiga leerlos, pero a la friki que me habita le hacían mucha ilusión.


********** COMIENZO PÁRRAFOS CON POSIBLES SPOILERS **********


Sin spoilearos apenas y ciñéndome a la propia info que se facilitó en la promoción inicial de la serie, os diré que Hercai nos cuenta la historia de una venganza cocida a fuego lento durante casi tres décadas por la babaanne (lo que viene siendo la abuela paterna en Turquía) del protagonista masculino, Miran Aslanbey (Akin Akinözü), desde que éste era muy pequeño, y al cual ha ido adoctrinando y educando en el odio y el rencor para conseguir que, ya de adulto, perpetre su anhelada venganza contra el hombre que abusó, deshonró y posteriormente mató a su madre junto a su padre. ¿Y cómo se ha planeado minuciosamente que se lleve a cabo esa venganza? Pues con la Ley del Talión: ojo por ojo, diente por diente y, por ende, Miran será el encargado de enamorar a Reyyan Şadoğlu (Ebru Şahin), la cándida e inexperta hija del “enemigo”, consiguiendo que la familia de ésta lo acepte para posteriormente casarse con ella y, tras consumar el matrimonio en la noche de bodas, deshonrarla abandonándola a la mañana siguiente, vestida de novia en medio de la nada y sin más explicación que “el cuento de hadas se ha acabado” y emplazándola a que si quiere saber más le pregunte a  Şadoğlu, su padre (ayayayyyyyy, ¡no me diréis que la cosa no comienza potente!). Y, creedme, eso en mitad de la Turquía más profunda es muy agravio muy, muuuyyy grande que no puede saldarse de otra forma que no sea con sangre. Y está claro que, ya así de primeras, tenemos trama argumental de la que tirar, sin duda. Pero es que, por supuestísimo, aún hay mucha más tela que cortar… Y la cosa radica en que, aunque el prota está totalmente manipulado por su abuela en lo que a ese ajuste de cuentas pendientes se refiere y que hasta ese momento solo ha vivido y respirado por y para esa venganza, surge una variable que no estaba contemplada en el plan inicial, un imprevisto con el que no contaban y que, lógicamente, pone todo patas arriba, como es… el amor… pues en ningún caso contaba Miran con, aun en contra de su voluntad, enamorarse de la pureza e inocencia de la chica agraviada.




Tanto es así que, desde el mismísimo momento en el que lleva a cabo la venganza y la abandona en la cabaña donde han pasado la noche de bodas, tiene que repetirse a sí mismo, una y otra vez mientras se aleja de allí, que no se atreva a volverse a por ella, que no debe mirarla de nuevo, que ahí tiene su venganza, que eso era lo que llevaban esperando tanto tiempo y la justicia que sus padres merecían… Pero la única realidad es que, a esas alturas, Miran Aslanbey está librando una tremenda lucha interna que lo tiene completamente dividido entre lo que su cabeza le recuerda y lo que su corazón le dicta. Y ella, Reyyan, a su vez, aunque está completamente enamorada, queda totalmente destruida y, tras pedirle que le explique qué ocurre para que actúe de ese modo y rogarle que no la deje así, mientras él se está yendo, le jura que no lo va a olvidar jamás y que, por ende, no dejará que él lo olvide tampoco, impidiendo así que pueda hallar paz y felicidad nunca más. Ufff, tremendísima escena, me erizo solo de recordarla.




¿Qué, cómo os quedáis?? Seh, ya lo sé, las drama queen de la vida como servidora estáis salivando desde ya… ¡Y eso es solo el principio! El resto de circunstancias y secretos que esconden estas dos familias me los reservo para que podáis conocerlos poco a poco, tal y como el desarrollo de la propia historia va ofreciendo a los espectadores para que se conozca a su debido tiempo y la disfrutéis en plenitud.


********** FIN PÁRRAFOS CON POSIBLES SPOILERS **********


Por otra parte, algo que me fascinó cuando lo supe fue que, como casi en toda adaptación, es una historia bastante cerrada en lo que a guion se refiere y que desde el inicio del proyecto se informó a la audiencia que, a priori, se contemplan dos temporadas, la primera de 12 capítulos a emitir entre mediados de marzo y finales de mayo (l@s que lo vemos a tiempo real con la emisión turca, vamos por el capítulo 9, emitido la pasada semana y esperando el 10, que toca la presente… ¡Y ya os imaginaréis cómo estamos! ¡No nos quedan uñas!) y una segunda que, al parecer, está prevista para septiembre del presente año también y de la que todavía no se ha confirmado número de capítulos. Y os confieso desde ya, aún no habiendo terminado la primera, que ya ando con ansia viva por que empiece la segunda, uufff…. ¿Y a que no soy la única, Anita, Cary? Mis fieles compañeras en la pasión Hercai, con las que comento y desmenuzo cada capi, teorizando juntas sobre las muchas hipótesis posibles que se van abriendo a cada episodio y que nos tienen maravilladas. Aprovecho desde aquí para deciros que es un auténtico placer compartir esos deliciosos momentos con vosotras y que voy a echar mucho de menos nuestros exhaustivos análisis durante el verano ♡. Y por supuesto,  aunque su locura no llega a las cotas de la nuestra, igualmente valoro mil los ratitos compartidos al respecto con Lara, Mariajo, Silvia y Kata ♡. Dolors, a ti te esperamos para cuando decidas unirte al lado oscuro, ¡ya tú sabeh! ♡. Y con mi chico, que aun con reticencia inicial, aceptó mi sugerencia de ver el primer capi en plan tanteo y tras terminarlo ya estaba tan enganchado como nosotras. Loviuss, Osk ♡).

Las tres primeras imágenes son fotogramas de distintos momentos de la serie. La última corresponde al vídeo promocional del último capítulo de la primera temporada que emitieron por redes sociales para sus seguidores. 

Otra cosa que me tiene encandilada, es el trabajo del director, Cem Karci, que desde luego se sabe muy bien lo que se hace y ha dotado a la serie de una calidad, argumentos e intensidad que atraviesan la pantalla, así como de un ritmo vertiginoso que los espectadores valoramos y agradecemos mucho, ya que hay que ser un profesional como la copa de un pino para enfrentarte cada semana a un episodio de más de dos horas (hay pelis que duran menos), que trata un estilo complejo como es el drama, y que a su vez resulte dinámico, entretenido de principio a fin, nada denso y que deje a la audiencia, capítulo tras capítulo, con ganazas de mucho más y con la sensación de asombro absoluto al pensar “¿ya han pasado dos horas?". Y os aseguro que a tod@s l@s de mi alrededor que la están siguiendo les ocurre igual. Eso sí, una cosilla tengo que reprocharle al dire, ¡y es que resulta tan adictiva que las semanas se me hacen muy largas mientras espero la siguiente entrega! Pero bueno, como dicen por ahí, sarna con gusto no pica.


Gul y Miran, un amor incondicional de esos de "a primera" vista que nos ha conquistado a tod@s.

Eso sí, sin duda alguna, lo que más valoro por encima de todo, y creedme que todo lo anteriormente expuesto lo valoro mucho, es el trabajo de los actores. Absolutamente todos ellos son magníficos profesionales que llevan sus personajes de maravilla (tanto que a algunos quisiera matarlos de tan bien que lo hacen, uufff), desde los más veteranos, en los que se reconocen muchas horas de actuación a sus espaldas, hasta los más noveles, en los que se aprecia un muy buen hacer, preparación y una gran proyección de futuro (y aquí no puedo dejar de mencionar a una pequeñaja de unos cinco/seis añitos, Gul, que hace un papel para comérsela y que nos está dando muchos momentazos estelares).

Y como colofón al trabajo actoral que hace todo el equipo, hay que hacer parada y repaso obligatorio a la interpretación de la pareja protagonista. Madre del amor hermoso, nos han ganado completamente el corazón a los espectadores. Su trabajo es de tal calidad que consiguen atrapar por completo tu atención, viviendo la historia a la par de ellos y disfrutando y sufriendo todos los acontecimientos que el Destino está poniendo en sus caminos, haciendo casi que olvidemos que estamos viendo ficción. En ambos casos su labor es, bajo mi humilde opinión, excelente, pues sus interpretaciones son tan conseguidas y tan verdaderas que te inundan por completo de sentimientos y te hacen gozar a raudales con su historia y con la notoria evolución que han sufrido sus personajes a lo largo de estas semanas. En el caso de ella porque transmite con mucho sentimiento lo que para ella ha supuesto el ultraje al que ha sido expuesta sin motivo aparente, haciendo que se empatice con su dolor y la incomprensión que la habita y que le cambia la vida de un momento a otro sin que pueda hacer nada para remediarlo. Y especialmente en el caso de él, pues os aseguro que, al margen de lo que a la vista está y entra por los ojos (ya os digo yo que igual de primeras nah, pero que en no más de dos/tres capítulos, Miran Aslanbey/Akin Akinözü, se os ha metido bajo de la piel y en el corazón y le habéis entregado vuestra alma por completo… Y si no me creéis, ¡tiempo al tiempo!), me tiene totalmente enamorada con su con su trabajo, con la entrega y la pasión de la que dota a Miran, así como el desgarro, la frustración, la impotencia o la rabia que consigue plasmar en todas y cada una de sus escenas. Y la ternura. Y el amor. El amor según Miran, que es muy particular, muy suyo y, a veces, incompresible para los demás. Pero igualmente verdadero. Y lo cierto es que me resulta sencillamente maravilloso y sumamente satisfactorio, sentarme a contemplar la dualidad que encierra su personaje y los muchos matices que ofrece. Un personaje lleno de claroscuros (los que más me fascinan), imperfecto, humano, con precariedad emocional y mucha necesidad de recibir afecto. Y de ofrecerlo también, aunque ni siquiera sea consciente. Que se equivoca una y otra vez, pero que del mismo modo se levanta y vuelve a intentarlo, aunque lo tenga todo y a todos en contra. Porque una vez hizo una promesa y no tiene pretensión de incumplirla fácilmente. Porque ni los malos son tan malos, ni los buenos tan buenos. Toda situación tiene diversas perspectivas y cada personaje tiene que lidiar con la suerte que le ha tocado y, en este caso, está muy requetebien defendido. Actorazo, Akin Akinözü, y personajazo de los de quitarse el sombrero, que llora, se enfada, lucha, grita, se viene arriba, se emociona, se hunde, se le quiebra la voz… En definitiva, que siente a raudales y te hace sentir de la misma manera. Y, desde luego, yo le compro todo el pack. ¡Prendada me tiene el puñetero!




Adicionalmente a todo esto, cabe decir que la serie está rodeada por la idiosincrasia y belleza de la zona donde está rodada, Midyat (provincia de Mardin, a algo más de 1500 km de Estambul), y que, aun siendo historia contemporánea, le aporta una especie de halo maravilloso y místico impregnado con la esencia, con la herencia, costumbres, música y colores propios de aquella zona que, por momentos, parece dotarlo con matices más propios de otras épocas y que resulta muy satisfactorio conocer a nivel cultural. Eso sí, no podemos olvidar que la cultura turca, aun siendo muy occidentalizada en muchas facetas, cuenta con unas tradiciones ancestrales muy arraigadas en algunas zonas todavía y que, por ende, dan como resultado aspectos que si no estás familiarizado con ellos, de primeras pueden chocarte, pues son actitudes muy alejadas de nuestro presente y más propias de la España de muchas generaciones atrás que poco o nada tiene que ver con nuestro día a día, pero que si consigues visualizar la historia desde un punto de vista neutro y sin pretender comparaciones a nuestra cultura y tradiciones más avanzadas, te atrapará a buen seguro.

Ojo, que quede claro que no es una historia ligera ni fácil, que nadie se confunda, pero sí es una  historia magnífica, bien llevada, interesante, intensa, adictiva, desgarradora que te atrapa desde el minuto 1 cautivándote por completo y que, capítulo tras capítulo, te engancha a su trama de manera absoluta. O al menos así es como la estoy experimentando y disfrutando yo. Ya se sabe que las pasiones y sensibilidades son algo muy subjetivo y asociado a los particulares gustos de cada uno. No se pueden explicar, solo sentir...  y de sentimientos esta serie va repleta. Por tanto, si buscas una serie que encierre todos estos matices, Hercai, mi particular pasión turca, es una excelente opción a tener en cuenta que, a buen seguro, no te dejará indiferente. ¿Te animas con ella?


"Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio, contigo porque me matas y sin ti porque me muero".

Si tras esta larga entrada has llegado hasta aquí, por una parte mil gracias por tu tiempo y por otra mis disculpas, pues, a la vista está que cuando me emociono con algo no sé sintetizar. No obstante, si te animas a dejar un comentario, estaré encantada de leerlo y saber tu opinión al respecto. Y si, además, le das a seguir el blog, te estaré muy agradecida, a ti no te cuesta nada, y a mí me harás feliz.

Hasta la próxima, noveler@s mí@s ♡



Val



ACTUALIZACIÓN: poco tiempo después de la publicación de esta entrada, Atresmedia confirmó que, tras el éxito cosechado en Turquía, había adquirido los derechos de Hercai para su emisión en España a través del canal Nova. Esta novedad por una parte me alegra, pues realmente es una serie extraordinaria y merece que el gran público que solo consume ficción en televisión y que está alejado de lo que se mueve por Internet, tenga la oportunidad de conocer esta magnífica historia y sus personajes, pero por otra, me da temor el pensar que desde Nova no la cuiden y le den la promoción, publicidad y el mimo que se merece, tanto en televisión como en RRSS. Esperemos que sí, ya que, de lo contrario, sería una gran injusticia.
Y otro punto que me suscita cierta inquietud es el tema doblaje. Espero que realmente se lo curren bien y lo hagan a la altura de las fantásticas interpretaciones de los actores originales, ya que en gran medida, el éxito de esta historia se debe al nivel de intensidad y entrega que consiguen plasmar en ellas, como ya expuse más arriba. Y por favor, señores de Atresmedia, de Nova y de toda la familia de Antena 3, ofrezcan la opción de verla en V.O.S., pues estoy más que segura que la inmensa mayoría de los espectadores lo van a agradecer. Confiemos en ello... 
De momento, a julio/19, no se ha confirmado aún fecha prevista de emisión.