★ Brittainy C. Cherry ★
Ashlyn Jennings es una estudiante modelo. Adora leer, especialmente las tragedias de Shakespeare, en las que busca respuestas a las dudas que la vida le plantea. Ahora, después de haber perdido a su hermana gemela y con su madre sumida en una depresión, se ve obligada a trasladarse e irse a vivir con su padre y su nueva familia a Wisconsin. Allí conoce por casualidad a Daniel Daniels, un hombre roto. Él ha sufrido dos grandes pérdidas en su vida y está tratando de superar el golpe, pero cuando conoce a Ashlyn hay algo que va más allá de las leyes de la química. Ambos quieren olvidar el dolor de sus vidas, hasta que un día se encuentran en la escuela, él como profesor y ella como alumna.
Mmm, siento que tengo muchas cosas que decir tras terminar esta lectura y casi que no sé por dónde empezar... Así que como me suele decir alguien a quien estimo mucho, empezaré por el principio.
Y el principio es que supe de esta novela cuando me puse a investigar sobre su autora, Brittainy C. Cherry, tras leer su anterior trabajo El aire que respira y que, cómo ya sabréis lo/as que me conocéis o pasáis por aquí de vez en cuando, me encantó y se convirtió en una de mis lecturas favoritas (si no la que más) del pasado año (o incluso más…). Y claro está, tras encontrar una pluma que me había tocado tantísimo el alma, quise conocer más sobre su obra y ahí fue donde apareció este título, Querido señor Daniels. Total, que viendo lo que costaba la versión digital cuando yo lo consulté
La cuestión es que, casualmente, más o menos por la mismas fechas fue la lectura que se determinó realizar dentro del apartado New Adult en la Tertulia Romántica Sevillana, a la que acudo cuando mis obligaciones laborales me lo permiten, para el pasado mes de marzo, coincidencia que me pareció perfecta para planear su lectura en torno a esas fechas y, cómo se suele decir, matar dos pájaros de un tiro. ¡Aunque me mordí muchas veces las uñas queriendo pillarlo por banda antes de tiempo! Pero bueno, conseguí ir leyéndolo poco a poco para que más o menos todo coincidiera en el mismo lapso de tiempo y llegar con el material fresco en la memoria a la citada reunión lectora que tiene lugar en la Casa del Libro.
Y el caso es que os confesaré que sigo teniendo una sensación un poco contradictoria respecto a lo de las etiquetas que se le ponen a algunos libros, como es el caso, en plan New Adult, Young Adult, etc, etc, ya que en principio esto es algo que me repele, detesto todo lo que huele a etiquetas, pues siempre he leído y me he dejado guiar para elegir mis lecturas por la trama que me ofrezcan las sinopsis muy independientemente de la edad que tengan sus personajes. Si la historia es buena ¿qué más da 17 que 52? Digo yo, vaya... Pero, por supuesto, tal y como se suele decir “para gustos colores”. Y la cuestión es que cuando leí esta sinopsis me resultó muy atrayente porque ¿a quién no le gusta ese rollito prohibido profe-alumna? ¡No mintáis, petardas, que eso nos mola a la mayoría! Jijiijiii
Bien, pues ya inmersa en la lectura, las expectativas por mi parte estaban muy elevadas por el alto listón que la propia autora había dejado en mí anteriormente, como ya dije al inicio de esta entrada, pero tampoco quería ser injusta y andar comparando todo al milímetro con su otro y maravilloso trabajo pues, conociéndome como me conozco, eso iba a resultar nefasto y flaco favor le iba a hacer a esta historia, de modo que intenté aislar mis pensamientos de todo lo anterior y me centré exclusivamente en intentar conocer la historia de Ashlyn y Daniel. O, mejor dicho, lo que yo creía que era exclusivamente la historia de Ashlyn y Daniel, pero que después descubrí gratamente que también era la historia de Gabby, la de Ryan (del cual me declaro total, completa y absolutamente enamorada y maravillada con su personaje), la de Haley, la de Henry, la de Jace, la de Jake y la de varios personajes más que aun siendo secundarios han dotado a esta historia de un plus inigualable, elevándola de historia únicamente romántica a historia romántica donde, además, se da importancia en mayúsculas a la amistad entre unos personajes que, por muy distintas circunstancias, se sienten rotos, desmadejados, desubicados y por momentos solos, muy solos. Y eso a esta novelera le ha tocado bastante su sensible y emotivo corazoncito y le recordó por momentos, y en lo referente a la amistad entre algunos de los personajes, a la preciosa historia Las ventajas de ser un marginado, pues al igual que en dicha historia, refleja fielmente y de manera bien planteada, esa problemática a la que se enfrentan algunos adolescentes o los jóvenes adultos (si acaso cabe tal expresión) que se saben distintos al resto y por consiguiente, habitualmente incomprendidos.
Y habiendo puntualizado eso, que personalmente considero importante, quede claro que Querido señor Daniels lo que nos cuenta principalmente es la historia de Ashlyn y Daniel, que sin spoilear nada más de lo que ya indica la sinopsis como es costumbre en mí, os diré que se trata de una historia de dos personas que se cruzan en el momento más oscuro y vulnerable de sus vidas y donde, contra todo pronóstico, cuando más incomprendidos e incluso abandonados se sienten por el resto del mundo, el destinos los hará cruzarse de bruces convirtiéndose en un inesperado rayo de cálida luz que arrojará algo de vida a las tinieblas que habitan en sus destrozados corazones. La historia de dos seres desencantados y golpeados por la vida que, desde el minuto uno, sienten que los une un vínculo que va más allá de lo que la lógica y el razonamiento les dicta y sin embargo se convierte en la respuesta mutua a las carencias y necesidades afectivas que ambos arrastran y que parece que nadie de su entorno consigue llenar y, por ende, la repuesta a unas plegarias silenciosas que nadie parecía escuchar. Porque hay determinados momentos en los que tan solo alguien que ha experimentado en primera persona el mismo dolor que tú es capaz de entenderte.
¿Pero qué ocurre cuando tras encontrar todo eso se descubre que existe una barrera infranqueable que impide que se materialicen todas esas las expectativas, borrando de un plumazo todo atisbo de esperanza? ¿Qué sucede cuando de golpe te das cuenta que los sueños que habían dado aliento a tu alma adormecida y entumecida se desvanecen de un plumazo? ¿Qué se siente cuando se encuentra a la persona adecuada en el más inoportuno de los momentos? Pues si queréis conocer de primera mano todas las respuestas, no lo dudéis y dejaros llevar por la marea de sentimientos que se dan cita entre las páginas de esta historia y que darán respuesta a todas esas incógnitas.
Cómo ya me ocurrió en su anterior trabajo, me ha gustado mucho el trabajo de la autora a la hora de delinear y perfilar a cada uno de los personajes, pues todos ellos cuentan con distintas personalidades, resultando ricas en matices que dan lugar a identidades sumamente diversas que, a su vez, les aportan numerosas vivencias y, por ende, argumentos a la hora de plasmar las muy dispares situaciones que están experimentado cada uno de ellos. Y la complicidad; me ha gustado mucho también la complicidad que se percibe tanto los amantes como los amigos, pues le suma un plus a todas esas las relaciones haciendo que lo que lees te llegue un poquito más al corazoncito si cabe, ya que la autora nos plantea una historia cargada de sentimientos y situaciones complicadas donde unos personajes, en su mayoría demasiado jóvenes, tendrán que dejarse de las chiquillerías propias e implícitas en la adolescencia para dar un paso adelante y enfrentar la realidad de unas circunstancias y una vida adulta que se les viene encima de golpe y sin previo aviso.
Y aunque, probablemente, el peso de la historia y la protagonista indiscutible de la novela podríamos considerar a Ashlyn, no puedo dejar de citar que mis dos momentos favoritos de la historia vienen de la mano de Daniel, o lo que es lo mismo, el señor Daniels, y quiero dejar constancia porque fueron dos momentos que personalmente me dejaron sin aliento y que, curiosamente, son dos despedidas a las que tiene que enfrentarse, muy distintas entre sí y a las que, en ambas ocasiones decide hacerlo mediante carta/escrito, a los que posteriormente da voz y que consiguieron poner un nudo en mi garganta y lágrimas en mis ojos.
He de decir también que, curiosamente, cuando destripamos el libro en La Tertulia, y digo bien porque lo destripamos, ya en un plan más analítico y mirando con lupa toda la obra, encontramos algunas cosillas que consideramos podrían haber sido evitables, mejor rematadas o incluso alguna cosilla que a alguna de las asistentes no les convenció nada y que comentamos que podían haberse evitado. Pero claro, hay que dar por hecho que la autora quería contar esa historia en concreto y no otra, y como tal hay que respetarlo. No obstante, como no fue esa la personal sensación que yo tuve tras acabar mi lectura, no incidiré mucho en ello, dejando que cada uno de vosotros viva su propia experiencia lectora y llegue a sus particulares conclusiones (una a la que yo había llegado y que en la reunión se constató, es que esta historia, como suponíamos la mayoría, es anterior a la de El aire que respira, y lo cierto es que es algo apreciable y que hay que tener en cuenta a la hora de valorarla). Eso sí, desde aquí manifiesto nuevamente que, como siempre, fue un placer escudriñar y diseccionar poco a poco el libro y poner en común cada una de las distintas y valiosas opiniones que manifestaron todas las compis de Tertulia. ¡Y deseando repetir pronto!
Y a modo de resumen os diré que, en general, a mí lo que me gusta son las historias de sentimientos y Querido Señor Daniels, es una novela que me ha gustado y que he disfrutado bastante, pues contiene los requisitos necesarios para que servidora pueda quedar satisfecha con una historia; cuenta con personajes interesantes, currados en matices, con una trama trabajada, con buena dosis de drama, con grandes raciones de amor, con un relato agradable, fluido y con multitud de detalles y frases preciosas donde la autora hace gala de sus habilidades para plasmar los sentimientos y hacer con ello que se nos encoja el estómago y que nuestros corazoncitos noveleros mueran de amor. Y si a eso, como en este caso, le sumamos la referencia constante a la obra de Shakespeare, pues se convierte en un cóctel muy apetitoso.
¿Os la recomiendo por tanto? Sí, claro que sí, pues si como a mí os atrapan todas esas premisas, me atreveré a decir que quedareis satisfechos tras su lectura y lo considerareis un tiempo bien invertido.
Y cuando lo hagáis, pasad por aquí, y me contáis vuestros pareceres, ¡que me encantará conocerlos!
Como siempre, muchas gracias por dedicar unos instantes de vuestro valioso a pasar por el este humilde rinconcito.
Feliz lectura ♡
Val