jueves, 25 de febrero de 2016

~ Irrational Man ~






~ Opinión y sensaciones personales ~


Siempre me he considerado una seguidora de la carrera de Joaquin Phoenix. De hecho, no es ningún secreto que siempre me ha llamado la atención, ya fuese por la idea que se puede hacer uno de sus pintas relativamente bohemias o porque siempre me ha gustado esa mezcla de timidez y reserva que, personalmente, me parece que combinan en su rostro cuando cruza una simple puerta. Sea como sea, Joaquin Phoenix, en su versatilidad pese a no estar considerado un actorazo con larga y reconocida carrera, siempre se ha hecho un hueco en mí, por lo que si su nombre aparece en los créditos o en la simple sinopsis, para mí, ya es motivo suficiente para verla. 


“Abe Lucas (Joaquin Phoenix), un profesor de filosofía en plena crisis existencial, le encuentra de nuevo sentido a su vida al enamorarse de una de sus alumnas. Al poco de llegar a la universidad de una pequeña ciudad, se relaciona con dos mujeres: Rita Richards (Parker Posey), una solitaria profesora que busca que la rescate de su infeliz matrimonio; y Jill Pollard (Emma Stone), su mejor estudiante y muy pronto su amiga más cercana. Jill está enamorada de su novio, pero encuentra tan irresistible la personalidad atormentada de Abe que, incluso cuando el profesor muestra claros síntomas de desequilibrio mental, su fascinación por él no hace más que crecer. (FILMAFFINITY)”


Fascinación sería la palabra indicada junto a la de obsesión. Suelen ser, asimismo, dos características que Woody Allen, el director y escritor de la película, suele pincelar en sus distintas obras. Un drama con un elocuente tono humorístico, quizá incluso sutilmente irónico… Es más, he encontrado una crítica positiva que, desde la misma página a la que he tomado prestado tal hermosa sinopsis, resume en gran medida lo que considero que ha sido esta película: 


“ ‘Irrational Man' es de una seriedad abrumadora, rigurosamente intelectual y perversamente ética y filosófica… Pero también, asombrosamente divertida y ferozmente negra." 
E. Rodríguez Marchante: Diario ABC






Evidentemente, no todo es positivo. ¡Faltaría más! Recuerdo, de nuevo, repitiéndolo hasta la saciedad si necesario, que no me considero ninguna crítica de cine. Vamos, que no poseo ningún doctorado ni me han pedido opinión para la próxima gala de los Oscars —lo cual me haría sentir tremendamente halagada pero creo que es una gran política la que lleva esas cosas TAN subjetivas—. El fallo que, a mí gusto, tiene esta película es que… como ya he comentado con la novelera, da unos indicios de ser lo que no termina siendo del todo. Es decir, ojo, voy a intentar expresarme con mejores palabras: te da pie a imaginar que ocurrirán unas ciertas cosas que, si ocurren, lo hacen en muy poca medida… En mi caso, confíe en que habría una historia de amor que se antepondría a otros temas que se tratan en la película. Y, la verdad, puede que tampoco esté del todo equivocada. A fin de cuentas, amor… hay. Inevitable e indiscutiblemente, el amor está presente. Un amor que se transforma en fascinación, en un deseo difícilmente compensable, pero no es lo primerísimo en la obra. Al fin y al cabo, es Woody Allen y una mente como la suya —brillante para algunos y extraña para otros— consigue hilar aspectos muy variados y diversos. Siguiendo el hilo del inicio de este párrafo, digo que no todo es positivo porque, bueno, en mi caso… la historia ha ido por un camino que no esperaba. Eso, sin embargo, no viene a significar que no me haya gustado. Lo cierto es que me ha gustado de una forma muy distinta. 

La película inicia con la aparición del profesor Abe Lucas, quien sale de la nada, con un montón de rumores sobre su pasado a las espaldas y quien está sometido a una profunda crisis existencial respecto a su vida, la cual ha girado en torno a distintos dramas a los que la propia existencia te expone. Enseña filosofía, lo cual ya es un hecho irónico teniendo en cuenta que la búsqueda del significado de la vida y de las cosas para uno mismo es algo que ha dejado de interesarle a raíz de varios y duros acontecimientos. En definitiva, para él… no hay significado y sin éste… uno se vuelve desesperado. Y no de locura, sino de falta de esperanza. De ausencia de ésta, a decir verdad. Lo que conlleva a una vida sin alicientes, sin nada que mantenga viva la llama de una vela que parece ir apagándose poco a poco, con problemas con el alcohol y en el aspecto sexual y personal de la vida. 

Pronto, sin embargo, conecta con una de sus alumnas, Jill, quien desde el principio siente una fascinación por la brillante esencia del profesor, por su intelecto y su libre pensamiento. Una fascinación que empuja a la insistencia que logra que, finalmente, el profesor se abra ya por completo. No obstante, quien pierde la esperanza, quien no tiene nada por lo que seguir, encuentra un motivo en las emociones más fuertes y de las cuales, muchas veces, no hay vuelta atrás.






De este modo, personitas del universo que leéis lo que aquí, humildemente, exponemos, os resumo lo que puede destriparse de la historia. Y, para mí, de lo más importante. Sin embargo, no quiero cerrar esta parte sin nombrar a Rita, compañera de trabajo de Abe, con la que él consigue entablar una relación que parece ser la primera pieza para su recuperación. Sólo una pieza para seguir montando todo lo demás. 

Ah, ah, ah... puntazo de los buenos, de esas pinceladas que te indican que estas ante una pieza original, una historia que marca pero que no olvida que se involucran distintos personajes: la historia viene narrándose por Abe y por Jill, adentrándose en pensamientos y razonamientos individuales y particulares que te permiten descubrir sus personalidades y caer, irremediablemente, rendido ante el carácter de las circunstancias y la filosofía que les envuelve. Y eso, personitas... me ha gustado muchito.

Puedo decirlos que la banda sonora vale la pena, teniendo en cuenta que no suele ser algo muy habitual en títulos como éste. Puedo aseguraros que me ha fascinado la actuación de Joaquin Phoenix, no sólo porque él me fascine y porque estoy acostumbrada a verle como personaje atormentado —lo cual, de nuevo, me fascina—, sino porque consigue encantar con esa profundidad que, todos, en mayor o menor medida, con mayor o menor fuerza, tenemos —más en silencio que a gritos—. Puedo deciros que me ha ligeramente sorprendido el rol de Emma Stone, y no es que dudase de su capacidad sino que ver su actuación fuera de un personaje cómico ha sido un gustazo. De los demás actores, sin embargo, lamentablemente, poco puedo decir. La mayor profundidad de todo es la personalidad de Abe Lucas, de la decadencia que ha estado sufriendo y cómo, en poco tiempo, en un abrir y cerrar los ojos y con un boom mayor del que se podría esperar en circunstancias parecidas, el sentido de su vida vuelve a él, aun sin tener realmente sentido coherente, moral y ético. Pero, después de una película de filosofía profunda, de brillante guión, me queda añadir… que toda moralidad es discutible y toda coherencia puede ser puesta en duda. 

Y es por eso que os invito a entrar en el debate, recomendándoos prestar especial atención al razonamiento de un hombre irracional. 

Quedáis saludados con mi alita derecha... ¡Hasta pronto! 



~ Ra ~










6 comentarios:

  1. Reconozco que siempre me han llamado poderosamente la atención los trabajos de Woody Allen, y aunque no todos me han satisfecho, los que sí lo han hecho me han fascinado. Según lo que nos expones, y conociéndome como me conozco con mis gustos con pelín de tendencia hacia las almas atormentadas y/o reflexivas, apostaría a esta es de las del segundo grupo, pues le veo mimbres para que cale en mí. La veré y volveré a pasar por aquí para comentar. Gracias por tu valiosa opinión, colibrí, ¡y no dejes de revolotear nunca! ♡

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí, personalmente, Woody no es uno de mis preferidos. Como muchos otros directores, o te encanta su estilo o, en cierto modo, terminas cogiéndole una peculiar manía. Sin embargo, cuando un material es bueno... es bueno más allá de la dirección. ¡Al menos en mi opinión! Irrational man es un ejemplo de todos aquellos dilemas que resultan irracionales pero que desde un punto argumentado, sea como sea, por el modo en que seamos, no extraña parte racional.

      ¡Me alegra que te haya gustado, jefa! Ojalá y las próximas también... ;)

      Eliminar
  2. Woody Allen tiene un ciene que no todos aprecian por su humor. Sin embargo coincido en algo, siempre deja algo que llevarse, una relfexión que puede sacudirte.
    Me encanto esta reseña, seguramente le de una oportunidad a esta peli.
    Gracias corazón

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy de acuerdo. Como bien he comentado recientemente, como muchos otros directores, su estilo o te encanta o te deja una sensación de posible insatisfacción. Sea como sea, como bien dices, deja una reflexión en el aire. Y es que, si debemos pecar de sinceros, Woody, en numerosas ocasiones, propone profundos dilemas ocultos con los toques de su peculiar humor.

      Gracias a ti por pasarte por aquí y me alegro que vayas a darle una oportunidad. ¡Ya nos contarás!

      Eliminar
  3. Gracias por la reseña, la tendré pendiente.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Es un placer! Gracias a ti por pasarte y ya nos contarás. ¡Besos!

      Eliminar