~ Detrás de la Máscara ~

★ Adriana Rubens ★

Portada.

~ Sinopsis ~

La Revolución industrial ha convertido a Londres en una ciudad de grandes desigualdades económicas y sociales. Kathleen Sweeney nació en Whitechapel, uno de los barrios más pobres. Se habría convertido en lo que muchos considerarían una “rata de alcantarilla”, si no hubiera sido por un giro inesperado del destino, que ha hecho de ella la prometida del marqués de Dunmore. Pero un nuevo imprevisto amenaza con ensombrecer su porvenir: acaba de recibir en herencia el Jardín Secreto, un exclusivo prostíbulo.

A Nicholas Richmond, marqués de Dunmore, la vida lo ha bendecido desde la cuna. Nacido en el seno de una de las familias más poderosas del país, está acostumbrado a que todo el mundo le rinda pleitesía. Se enorgullece de ser un hombre frío, que mantiene todos sus sentimientos controlados… hasta que el beso de una inocente muchacha se convierte en su obsesión y una misteriosa mujer enmascarada termina por robarle el corazón.

¿Podrá su amor vencer los prejuicios sociales y sobrevivir a los peligros que acechan desde Whitechapel?

Fan art realizado por esta novelera con todo el cariño para esta historia y sus personajes, e inspirado en la historia que se encierra entre sus páginas. 

~ Opinión y sensaciones personales ~

Pues os diré que Detrás de la Máscara nos cuenta la historia de Kathleen, una joven fuerte y decidida, huérfana de padres a la que su único pariente vivo, una tía materna bien posicionada, le proporciona una vida y una educación algo mejores de lo que, a priori, se le cabría esperar dada su procedencia y escasos recursos, y con lo que, unido a su notoria belleza, pretende conseguirle un beneficioso y acomodado futuro; y la de Nicholas, joven noble con una vida repleta de todo lo que uno pudiera ansiar: una familia que lo quiere, un futuro prometedor en los negocios y una planta que le asegura poder tener a su lado a cualquier mujer de la que se encapriche, sin que eso le entrañe mayor preocupación. ¿O quizá no...?

Nos encontramos pues, con dos personas de procedencias y aspiraciones muy distintas que, tras una serie de circunstancias de esas que se escapan a todo control por parte de los personajes, quedan unidas (o quizá sometidas) en un compromiso que, por distintas cuestiones, no parece satisfacer a ninguna de las partes, pues Kathleen se siente enormemente defraudada, horas después del momento que podría haberse catalogado como uno de los más felices de su vida, y Nicholas es incapaz de desprenderse del desasosiego que lo invade cuando piensa en la decisión que ha tomado y, sobre todo, en la persona que lo ha motivado, y que sin dar ninguna explicación, piensa alejarse para ejecutar sin mirar atrás.

Pero, claro está, hay algo que está fuera de toda duda: que el destino exige que sus designios se cumplan y, por ende, hará que nuestros protagonistas vuelvan a ver cruzados sus caminos y en esta ocasión, además, rodeados de un halo de misterio y peligrosidad que harán que sus prioridades cambien, aunque eso no signifique que éstas sean comunes... Y si a eso le sumamos la aparición de una misteriosa enmascarada que, directa o indirectamente, está relacionada con ambos...¡ya tenemos servido un buen plan de lectura!

Desconozco si la autora se inspiró en la imagen de alguien real para los personajes protagonistas, Kathleen y Nicholas, pero personalmente mi mente los recreó como algo parecido a ellos.  

Bien, y expuesto todo lo anterior, (¡por fin! porque como bien sabe alguna personilla, esta opinión se ha retrasado más de lo que me hubiera gustado por desafortunados problemillas técnicos) os diré que, como la mayoría supongo, esta era la primera vez que leía un trabajo de su autora, Adriana Rubens, última galardonada del Premio Vergara, precisamente con esta novela, la cual tuve la fortuna de obtener en papel tras un sorteo organizado por la propia editorial, y que me hizo mucha ilusión, ¡pues rara vez me toca nada! Aun así, una vez en mis manos, quedaba por descubrir lo más importante, la calidad de la obra en sí y las maneras que encerraba la pluma de su autora. Y, para ser sincera, no puedo menos que deciros que me sorprendieron gratamente, pues se trata de una novela romántica histórica que cuenta con una serie de ingredientes muy bien cocinados por Adriana, y que dan como resultado una atractiva historia donde confluyen el amor, la pasión, la intriga, los celos, y algo muy importante que no puede dejar de comentarse: un importante trasfondo de queja social, donde queda expuesta la difícil situación a la que las personas más desfavorecidas se veían expuestas y obligadas a aceptar por un trozo de pan que llevarse a la boca, o por la promesa de un futuro incierto que cualquier desalmado se atreviera a prometer, con tal de sacar alguna tajada de ello. En ese aspecto, me ha gustado mucho que la protagonista tuviera inquietudes a este respecto y, aprovechando su posición, intentara dar la vuelta a una tradición bien arraigada en todos los estamentos de la sociedad desde el inicio de los tiempos, donde el hombre solía (y lamentablemente sigue siendo así) llevar la voz cantante y manejar a pobres desgraciadas con el único objetivo de beneficiarse de ello, para que, al menos, esas personas fueran las únicas que decidieran sobre sus cuerpos, sus vidas y su futuro.

Todo ello narrado muy correctamente, sin despistes de ningún tipo, de una manera agradable, con un relato fluido, fácil de leer y que te induce a querer saber un poco más y, por ende, a continuar leyendo página tras página; con un posicionamiento en la época y el lugar muy bien plasmado, donde las descripciones no resultaban excesivas o densas, pero sí lo suficientemente detalladas como para hacer partícipe al lector de la situación; con unos personajes principales atractivos, con carácter, apasionados, testarudos, cabezotas pero de gran corazón, y unos secundarios no menos interesantes y totalmente necesarios para el buen desarrollo de esta historia y sus sub-tramas (Adríana, quiero saber pronto de Connor y su mirada felina, ainnsss... ¡No te digo másss!); con unos diálogos ágiles, bien trabajados, gustosos de leer, con sutiles toques de humor en determinados momentos que aportan un verdadero soplo de aire fresco a una temática ciertamente delicada (recuerdo ahora la insistencia de la madre de cierto duque para que determinada y cabezota señorita no marchara de sus posesiones... ¡jajjaja, me encantó! ¡Si es que lo que no haga una madre por su vástagos!), entre otras muchas cosas.

Y por ponerle algún pero, pues se dice que nada es perfecto y todo es mejorable, y porque habiendo contado voluntariamente que esta novela me tocó en un sorteo, pudiera existir el malpensado de turno que diga que mi opinión está por ello influenciada (craso error, pues eso significaría que el que lo piense no me conoce en absoluto), le digo directamente a Adríana que, en general, me ha gustado mucho su historia y que en mi primera vez con ella, aprueba con nota el examen; eso sí, también le digo que en las siguientes espero todavía mucho más de ella, pues por lo que he podido comprobar, y como me gusta decir, ¡aquí hay muy buenos mimbres para hacer unas cestas excelentes!, y percibo que las cualidades con las que cuenta la autora dan mucho más de sí, pudiendo perfilar e hilar todavía más fino con sus próximas historias. Personalmente, considero que podría haber arriesgado un poquito más en las escenas íntimas (ojo, las que hay cuentan con mi beneplácito, pero es un punto fuerte entre los lectores de romántica adulta y algo a tener muy en cuenta), pues ya sabéis que no me va, ni me gusta, lo basto, burdo o de mal gusto, pero sí lo pícaro y atrevido, y humildemente creo que podría afinarse un poquito más en ello. Y por otra parte, me quedó la sensación de que en determinados momentos, la lectura hubiera necesitado ser algo más reposada, que algunos asuntos no se hubieran precipitado tanto y que hubieran contado con algunas páginas adicionales para poder desarrollarse más pausadamente. Eso sí, por descontado aclaro, como cada vez que señalo algún punto que personalmente considero que se puede trabajar más, y dejo meridianamente cristalino, que esto es únicamente la opinión de la persona que suscribe estas palabras y, por ende, no extensibles al criterio del resto de los lectores, por supuesto.

Y por todo lo anteriormente expuesto, incluidos esos dos únicos puntos que encuentro escasamente reforzables, recomiendo mucho la lectura de esta galardonada obra, especialmente a los amantes de la romántica histórica, pues, sin duda, cuenta con todo lo necesario para una agradable y satisfactoria lectura que no os dejará indiferentes y que, a buen seguro, os hará descubrir una nueva y prometedora pluma que apunta muy buenas maneras y de la que estoy deseando descubrir alguno de sus nuevos trabajos, que ya he podido bichear por ahí, y que me han parecido de lo más interesantes. Y contadme vuestra opinión, por favor, ¡que me encantará conocerla!

Y, cómo siempre, gracias por pasar por aquí y dedicar unos minutos de vuestro valioso tiempo a leer la personal opinión de esta humilde novelera.

Más información sobre su autora y el resto de sus trabajos aquí,
Puedes adquirir la novela y leer sus primeras páginas aquí.

Feliz lectura ♡

Val